Italia aprueba una ley integral de inteligencia artificial, priorizando transparencia, ética y supervisión humana en sectores clave como salud, justicia y educación.
Italia se convirtió en el primer país de la Unión Europea en promulgar una ley nacional integral sobre inteligencia artificial, adelantándose a la implementación del reglamento europeo conocido como Ley de IA (AI Act).
Aprobada el 17 de septiembre por el Parlamento y promovida por el gobierno de Giorgia Meloni, la normativa busca equilibrar innovación tecnológica con la protección de derechos fundamentales.
La ley enfatiza la transparencia, la supervisión humana y la ciberseguridad como pilares del desarrollo ético de la inteligencia artificial.
Los sistemas aplicados en sectores críticos como salud, justicia, administración pública, educación y deporte deberán ser trazables y contar con vigilancia humana. Además, limita el acceso de menores de 14 años a estas tecnologías, requiriendo consentimiento parental.
Alessio Butti, subsecretario para la transformación digital, afirmó que la legislación busca “reintegrar la innovación en el perímetro del interés público”, estableciendo un marco que combina control estatal y fomento a la innovación.
Para su aplicación, se designaron a la Agencia para Italia Digital y a la Agencia Nacional de Ciberseguridad como autoridades rectoras.
La ley introduce sanciones penales para la difusión maliciosa de contenidos generados por IA, incluidos deepfakes, con penas de uno a cinco años de prisión si se causa daño.
También regula la propiedad intelectual, protegiendo obras asistidas por IA siempre que incluyan esfuerzo creativo humano, y limita la minería de datos a fines científicos autorizados.
Para incentivar el ecosistema tecnológico, se aprobó un fondo de capital riesgo de hasta mil millones de euros destinado a empresas que trabajen en inteligencia artificial, ciberseguridad y tecnologías cuánticas.
En salud y trabajo, se establece que la IA apoyará diagnósticos y gestión laboral, respetando siempre la decisión final de profesionales humanos y garantizando información a pacientes y empleados.
Con esta normativa, Italia da un paso decisivo hacia la gobernanza ética de la inteligencia artificial, consolidándose como referente europeo en regulación y desarrollo tecnológico.
