El bullying desata protestas masivas en España. Miles de estudiantes exigen responsabilidades tras el suicidio de una joven y denuncian la falta de protocolos efectivos.
“Por Sandra y por todas las que hemos sufrido y sufrimos la lacra del bullying”. Bajo este lema, miles de estudiantes salieron este martes a las calles de toda España para exigir justicia y medidas reales contra el acoso escolar, tras la muerte de la joven Sandra Peña en Sevilla.
Las movilizaciones, convocadas por el Sindicato de Estudiantes, se desarrollaron en más de 40 ciudades del país, desde Bilbao hasta Málaga, en una jornada de huelga general estudiantil. En las pancartas se podía leer: “Sandra, no te olvidamos. Hay responsables”.
Los manifestantes reclaman justicia, protocolos eficaces y la dimisión de los responsables del colegio Irlandesas de Loreto, donde la menor cursaba estudios.
El Sindicato de Estudiantes acusa a la dirección del centro de haber ignorado las alertas presentadas por los padres de Sandra, quienes denunciaron formalmente el acoso acompañado de informes psicológicos.
Según la organización, la dirección no activó el protocolo “antibullying” ni el de prevención de autolesiones, priorizando la imagen institucional del colegio por encima de la seguridad de la alumna.
En un comunicado, el sindicato exige la retirada de la financiación pública al colegio, así como la imputación penal de los responsables por omisión de medidas de protección. “Ni un euro público para engordar el negocio de la enseñanza privada concertada, que siempre tapa el acoso y los abusos”, afirmó la organización.
Las protestas también señalaron a la Junta de Andalucía, gobernada por el Partido Popular, a la que responsabilizan de mantener conciertos con instituciones privadas y de desmantelar progresivamente la educación pública.
Reclaman la contratación de orientadores, psicólogos y mediadores en todos los centros educativos, para ofrecer atención inmediata a las víctimas de acoso y prevenir nuevos casos.
El Sindicato de Estudiantes denunció que la administración autonómica no prioriza la salud mental y que la saturación de las aulas impide actuar a tiempo frente a las señales de alarma.
También cuestionó al Gobierno central por no impulsar un plan estatal de prevención del suicidio ni fortalecer los servicios de apoyo psicológico escolar.
En su declaración, los líderes estudiantiles criticaron el contraste entre los recortes en educación y el aumento del gasto en armamento y subvenciones a negocios privados. “Mientras se recortan psicólogos y orientadores, se financian empresas privadas y se arman ejércitos”, afirmaron los organizadores.
Las manifestaciones, que se desarrollaron de forma pacífica, culminaron con minutos de silencio en honor a Sandra Peña. Los portavoces del sindicato anunciaron nuevas movilizaciones en las próximas semanas si no se atienden sus demandas.
Aunque las autoridades educativas han prometido revisar los protocolos de actuación, el movimiento estudiantil mantiene la presión y exige una respuesta inmediata. “No más silencios, no más víctimas”, corearon los jóvenes frente a los ministerios de Educación y Sanidad, en una jornada que busca poner fin a la impunidad del bullying en las aulas españolas.
