El Chelsea dio la gran sorpresa en el MetLife Stadium de Nueva Jersey: goleó 3-0 al PSG y se consagró campeón del Mundial de Clubes en su primera edición con nuevo formato.

Con un doblete de Cole Palmer y un golazo de Joao Pedro, los Blues fueron contundentes y aprovecharon cada oportunidad frente al equipo de Luis Enrique, que terminó con diez futbolistas por la expulsión de Joao Neves. 

El partido tuvo un inicio de ritmo altísimo, donde el conjunto londinense mostró desde el arranque la idea de su entrenador, Enzo Maresca: presionar arriba y obligar al rival a jugar incómodo.

En esa dinámica, Enzo Fernández se situó en la primera línea de presión junto a Joao Pedro, mientras Palmer y Pedro Neto se ocupaban de cerrar las subidas de Hakimi y Nuno Mendes. El plan dio frutos rápidos. 

A los 22 minutos llegó la primera emoción. Cole Palmer se hizo espacio en el borde del área y sacó un zurdazo al ángulo lejano de Donnarumma para el 1-0. Poco antes, el PSG había desaprovechado una ocasión clara en los pies de Doué, que prefirió asistir en vez de rematar con el arco abierto. 

El golpe anímico lo sintió el equipo parisino y el Chelsea lo aprovechó. Apenas ocho minutos después, Palmer volvió a repetir la fórmula: conducción hacia adentro, espacio generado y disparo cruzado de zurda para el 2-0. El PSG quedó atónito y los Blues consolidaban su dominio. 

Antes del descanso, Palmer volvió a ser protagonista. Esta vez filtró un pase exquisito para Joao Pedro, quien definió con categoría para sellar el 3-0. La diferencia parecía irremontable y el Chelsea manejaba el trámite con autoridad. 

En la segunda parte, el PSG adelantó líneas y buscó descontar. Allí emergió la figura de Robert Sánchez, el arquero español que sostuvo a su equipo con atajadas decisivas frente a Mbappé y compañía. Sus intervenciones evitaron el renacer parisino y mantuvieron intacta la ventaja. 

El Chelsea también pudo ampliar la goleada. Liam Delap, ingresado por Joao Pedro, tuvo dos chances claras que Donnarumma supo tapar. Sin embargo, la historia ya estaba escrita: el equipo inglés dominaba el partido y el reloj jugaba a su favor. 

El cierre fue tenso y con roces. Joao Neves se fue expulsado tras una dura infracción y, tras el pitazo final, hubo discusiones entre jugadores y hasta integrantes de los cuerpos técnicos. Aun así, nada empañó la coronación del Chelsea. 

El título significa mucho más que una copa. A un año del Mundial 2026, el club londinense ratifica que su proyecto joven y ambicioso puede pelear contra los gigantes europeos. Con Enzo Fernández como referente en el mediocampo, Cole Palmer como figura estelar y una defensa sólida, los Blues levantaron el trofeo más importante de su temporada. 

El fútbol inglés celebra: la Premier League vuelve a tener un campeón mundial de clubes, y el Chelsea lo consiguió con un despliegue arrollador ante un PSG que no encontró respuestas.