Arabia Saudita ha dado un paso decisivo en su estrategia para posicionarse como un actor central en el panorama internacional del fútbol.

El Ministerio de Deporte aprobó la segunda fase del plan de inversión y privatización de clubes, un proyecto que apunta a elevar la competitividad de su liga y captar capital tanto local como extranjero. 

El proceso comenzará en agosto con una primera tanda de seis equipos: Al-Zulfi, Al-Nahda, Al-Okhdood, Al-Ansar, Al-Orouba y Al-Kholoud. Posteriormente, se abrirá la oportunidad de inversión en otros ocho: Al-Shoulla, Hajar, Al-Najma, Al-Riyadh, Al-Rawda, Jeddah, Al-Taraji y Al-Sahel.

En total, 14 clubes pasarán a estar parcialmente en manos privadas, en un movimiento que sigue la línea de modernización económica impulsada por el reino. 

Arabia Saudita: visión 2030

Según un comunicado oficial, el objetivo es mejorar la gobernanza administrativa y financiera de los equipos, garantizar su sostenibilidad y fomentar un entorno atractivo para inversores. El gobierno saudí considera que el deporte, y en particular el fútbol, es un motor clave para la diversificación de su economía, alineado con su estrategia Visión 2030. 

La medida no solo apunta a fortalecer la liga local, sino también a elevar el nivel competitivo de sus clubes, haciéndolos más atractivos en el mercado internacional y potenciando su capacidad para atraer jugadores y patrocinadores de primer nivel. 

En los últimos años, Arabia Saudita ha demostrado un fuerte compromiso con el desarrollo deportivo, desde la organización de eventos internacionales hasta la inversión en infraestructura y fichajes de alto perfil. Con este nuevo paso, el país busca consolidar su papel como centro neurálgico del fútbol global, impulsando a sus clubes hacia un modelo de gestión más profesional y financieramente sólido.