Un año después de mostrar apertura a la normalización con Israel, Arabia Saudita adoptó una postura más firme, condicionando cualquier acercamiento diplomático a la creación de un Estado palestino y al cese de la violencia en Gaza.  

El príncipe heredero y líder de facto, Mohamed bin Salmán, destacó que el reino no establecerá relaciones con Israel mientras no se respete la causa palestina, y condenó los ataques de las fuerzas israelíes en el territorio sitiado. 

En 2023, la monarquía saudita había mantenido negociaciones con Estados Unidos para formalizar la relación con Israel, pero estas se suspendieron tras el estallido del conflicto en la Franja de Gaza.

Rabha Saif Allam, investigador del Centro de Estudios Estratégicos de El Cairo, explicó que “la escalada de violencia y las atrocidades cometidas contra los palestinos hicieron inviable que la opinión pública saudita aceptara la normalización con Israel”. 

Siguen las tensiones en la región

El endurecimiento de la posición saudita coincide con tensiones crecientes en la región, incluyendo ataques atribuidos a Israel contra Hezbolá en Líbano, que aumentan el riesgo de un conflicto en la frontera norte.

La guerra en Gaza, iniciada el 7 de octubre de 2023 con un ataque de Hamás sobre Israel, dejó 1.205 muertos israelíes y 41.272 palestinos, según cifras oficiales y organismos internacionales. 

Mientras las negociaciones de alto el fuego mediadas por Estados Unidos, Catar y Egipto permanecen bloqueadas, Bin Salmán busca presionar tanto a Israel como a Washington para evitar una escalada que involucre a Irán y sus aliados.

Anna Jacobs, analista del International Crisis Group, señaló que un conflicto más amplio sería “desastroso para Arabia Saudita y los países del Golfo, que quedarían atrapados en el fuego cruzado”. 

El reino saudita, guardián de dos de los lugares más sagrados del Islam, nunca reconoció a Israel ni participó en los Acuerdos de Abraham de 2020, que conectaron a Baréin, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos con Tel Aviv.  

En septiembre de 2023, Bin Salmán había mostrado disposición a un pacto condicionado a la protección de la causa palestina, pero la negativa de Israel a aceptar un Estado palestino mantiene la normalización estancada. 

Con esta postura, Arabia Saudita reafirma su influencia regional, buscando un equilibrio entre sus relaciones con Estados Unidos y la defensa de la población palestina, mientras evita que el conflicto en Gaza se transforme en una guerra más amplia en Oriente Medio.