El gobierno de Arabia Saudita reiteró este miércoles que no establecerá relaciones diplomáticas con Israel a menos que se reconozca un Estado palestino independiente, en clara respuesta al plan presentado por el presidente estadounidense, Trump, sobre el futuro de la Franja de Gaza. 

“Arabia Saudita continuará con sus esfuerzos para crear un Estado palestino independiente (…) y no establecerá relaciones diplomáticas con Israel si no se cumple esta condición”, afirmó el Ministerio de Exteriores saudí en un comunicado difundido en la red social X. 

Riad también expresó su rechazo “firme” a cualquier violación de los derechos legítimos del pueblo palestino, incluyendo los intentos de desplazarlos de su tierra.

Estas declaraciones se produjeron luego de que Trump, junto al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu en Washington, planteara la posibilidad de reubicar a millones de palestinos en terceros países. 

La Cancillería saudí advirtió que su postura “no es negociable” y que una paz justa y duradera en la región será “imposible sin que el pueblo palestino obtenga sus derechos legítimos, en línea con las resoluciones internacionales”. Recordó además que esta posición ya había sido comunicada tanto a la administración estadounidense anterior como a la actual. 

La oposición al plan de Trump no provino solo de Arabia Saudita. Turquía también lo rechazó de manera categórica. El ministro de Exteriores, Hakan Fidan, lo calificó de “inaceptable” y subrayó que la única salida viable es la solución de dos Estados, con Jerusalén Este como capital palestina. 

La postura del Oriente

Por su parte, Egipto y Jordania también se negaron a aceptar la propuesta estadounidense de albergar temporalmente a desplazados palestinos de Gaza. El canciller egipcio, Badr Abdelaty, destacó que cualquier esfuerzo debe centrarse en la reconstrucción del enclave “sin que los palestinos lo abandonen”.

El rey Abdullah II de Jordania, en tanto, reafirmó su rechazo a “cualquier intento de tomar control de los territorios palestinos y desplazar a su población”. 

Mientras tanto, el grupo Hamás calificó la propuesta de Trump como “ridícula” y “absurda”, advirtiendo que podría desencadenar una nueva ola de inestabilidad regional. 

Con esta firme postura, Arabia Saudita refuerza su papel como actor clave en el mundo árabe y mantiene bajo condiciones estrictas cualquier intento de normalización con Israel, en un contexto de tensiones crecientes por el futuro de Palestina.