El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sorprendió al país al anunciar este domingo que pone fin a su campaña de reelección y respalda como sucesora a la vicepresidenta Kamala Harris.

La decisión marca un giro radical en la carrera presidencial a menos de cuatro meses de las elecciones del 5 de noviembre, en las que el candidato republicano, el exmandatario Donald Trump, ya está confirmado. 

Según la oficina presidencial en Washington, Biden completará su actual mandato hasta enero de 2025, asegurando la continuidad del gobierno durante los meses restantes de su gestión.  

En un mensaje publicado en sus redes sociales, el mandatario afirmó que presidir Estados Unidos ha sido el mayor honor de su vida y que, aunque su intención inicial era buscar la reelección, considera que lo mejor para su partido y para el país es retirarse y concentrarse únicamente en cumplir sus funciones como presidente. 

El anuncio llega tras semanas de presión dentro del Partido Demócrata, intensificadas por la actuación de Biden en el debate contra Trump a fines de junio, que puso de manifiesto la preocupación por su edad, 81 años, y por su capacidad de enfrentar los retos de la campaña presidencial. 

En su carta, Biden expresó su respaldo absoluto a Kamala Harris, calificándola como una “socia extraordinaria” y ofreciendo todo su apoyo para que sea la candidata demócrata en el proceso que se abre de manera acelerada. “Mi primera decisión como candidato del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump”, dijo. 

El SÍ de Kamala Harris

Harris, de 59 años, aceptó el reto y agradeció el respaldo de Biden, afirmando que su intención es merecer y ganar la nominación. Con este paso, la vicepresidenta se convierte en la favorita para reemplazar a Biden como candidata presidencial del partido, aunque aún podrían surgir otros aspirantes en un proceso corto pero formal. 

El respaldo de figuras prominentes como Bill y Hillary Clinton y el gobernador de California, Gavin Newsom, fortalece la posición de Harris en la contienda interna demócrata. Si logra obtener la nominación, Kamala Harris se convertiría en la primera presidenta de la historia de Estados Unidos, consolidando así su lugar en la historia política del país. 

Este movimiento estratégico busca unificar al Partido Demócrata y fortalecer la posición de Estados Unidos frente al desafío que representa Trump en las elecciones de noviembre, mientras Biden se concentra en culminar su mandato con un enfoque firme en la gestión y estabilidad del país.