Las intensas lluvias que castigan al estado brasileño de Río Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay, han provocado una tragedia sin precedentes. Según informaron las autoridades locales este jueves, el saldo provisional asciende a al menos 29 fallecidos y más de 60 personas desaparecidas.  

El fenómeno meteorológico, que en los últimos días descargó casi cuatro veces más agua de la media histórica para esta época del año, ya ha afectado a más de 70.000 habitantes en 154 municipios, de acuerdo con datos de la Defensa Civil. 

“El escenario es absurdamente excepcional. No es un episodio crítico más, es el más crítico en la historia del estado”, afirmó el gobernador Eduardo Leite en una rueda de prensa en la que actualizó las cifras.

El mandatario advirtió que el número de víctimas fatales “desafortunadamente seguirá creciendo” debido a que hay comunidades enteras que permanecen incomunicadas. Por ese motivo, solicitó a la población evacuar las zonas de mayor riesgo y colaborar con los equipos de rescate, que trabajan día y noche por tierra, agua y aire. 

El gobierno estadual decretó el “estado de calamidad pública” por 180 días en todo el territorio, una medida que busca agilizar la asistencia y liberar recursos extraordinarios. En paralelo, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva viajó a la región para expresar personalmente el respaldo del Ejecutivo federal.  

“El Gobierno estará al 100% con el pueblo de Río Grande do Sul. No faltará ayuda para reparar los daños y atender las necesidades más urgentes”, subrayó Lula, quien confirmó la participación de las Fuerzas Armadas en las tareas de emergencia.

Alô, presidente! 📞
Conversei por vídeochamada com a Meire, que teve seu lar destruído pelas enchentes do ano passado no Rio Grande do Sul, mas que já tem uma casa nova para chamar de sua!

Meire morava no bairro Mathias Velho, em Canoas (RS), e foi uma das primeiras… pic.twitter.com/ebFnYY40RH

— Lula (@LulaOficial) April 30, 2025

Hasta el momento, se desplegaron ocho aeronaves y más de 600 efectivos militares, con la posibilidad de que ese número aumente a 1.500 en los próximos días. La situación se agravó este jueves cuando la presa del río Antas colapsó por el exceso de agua, aunque sus habitantes ya habían sido evacuados previamente. Aun así, persiste el temor de que otras cinco represas en la zona sufran daños similares. 

Cifras oficiales

Según la Defensa Civil, unas 10.000 personas han debido refugiarse en casas de familiares o amigos, mientras que cerca de 5.000 permanecen en albergues improvisados.

Para los más de 11 millones de habitantes del estado, este desastre se suma a un año marcado por fenómenos extremos relacionados con El Niño, que en septiembre provocó un ciclón extratropical con más de 40 muertes. 

La emergencia pone nuevamente en el centro del debate el impacto del cambio climático en Brasil, donde cada vez más regiones experimentan tormentas, sequías e inundaciones de intensidad sin precedentes.