Caída de la dinastía Assad en Siria
- diciembre 8, 2024
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El rápido avance de los rebeldes en Siria termina con el régimen de Al-Assad y redefine el mapa político del Medio Oriente.
El rápido avance de los rebeldes en Siria termina con el régimen de Al-Assad y redefine el mapa político del Medio Oriente.
El poder de Bashar al-Assad colapsó el domingo en Siria ante la ofensiva fulminante de grupos rebeldes, poniendo fin a cinco décadas de dominio absoluto de la familia Assad.
La operación, liderada por los islamistas de Hayat Tahrir al-Sham (HTC), representa un giro inesperado tras más de diez años de guerra civil.
La caída del régimen plantea enormes interrogantes sobre el futuro de Siria, la reorganización política interna y el equilibrio de poder en el Medio Oriente, mientras se perfila la formación de un nuevo gobierno respaldado por los rebeldes y con la mirada atenta de actores internacionales.
El 27 de noviembre, HTC y aliados respaldados por Turquía lanzaron un ataque desde Idlib hacia territorios del régimen en Alepo. La respuesta del gobierno fue inmediata con bombardeos aéreos, dejando al menos 141 muertos en un solo día.
Al día siguiente, los rebeldes cortaron la autopista que conecta Damasco con Alepo y tomaron tres localidades clave, sumando más de 200 bajas, incluyendo un general de la Guardia Revolucionaria de Irán.
El 29 de noviembre, los insurgentes llegaron a las puertas de Alepo tras capturar más de 50 localidades, mientras el ejército sirio y fuerzas rusas respondían con ataques en Idlib. Para el 30 de noviembre, Alepo estaba mayoritariamente bajo control rebelde, incluyendo aeropuerto y edificios gubernamentales, y se sumó la ciudad estratégica de Saraqeb.

El 1 de diciembre, Alepo quedó totalmente fuera del dominio del régimen por primera vez desde 2011. Ante la caída de ciudades clave, Rusia e Irán reiteraron su apoyo a Damasco, mientras bombarderos conjuntos atacaban posiciones rebeldes en el noroeste del país.
Entre el 5 y 7 de diciembre, los insurgentes tomaron Hama y Homs, liberando a miles de prisioneros y derribando símbolos del régimen, como la estatua de Hafez al-Assad en Hama. Finalmente, en la noche del 7 al 8 de diciembre, HTC entró en Damasco, capturó la prisión de Sednaya y horas después se confirmó la huida de Bashar al-Assad en avión.