OpenAI acusa a DeepSeek y otras empresas de China de usar su trabajo para desarrollar productos de inteligencia artificial, generando preocupación global.
El fabricante de ChatGPT, OpenAI, ha acusado a sus rivales, incluidos algunos en China, de aprovechar su trabajo para acelerar el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial propias.
La aparición de DeepSeek, una aplicación china que emula el rendimiento de ChatGPT a una fracción del costo, ha intensificado estas preocupaciones.
Microsoft, inversor clave en OpenAI, estaría investigando si sus datos fueron utilizados de manera no autorizada por DeepSeek. Por su parte, la BBC contactó a Microsoft y a DeepSeek para solicitar comentarios sobre el asunto.
David Sacks, recientemente nombrado “zar de la IA y las criptomonedas” de la Casa Blanca, sugirió en una entrevista con Fox News que DeepSeek podría haber empleado un proceso conocido como destilación de conocimiento a partir de los modelos de OpenAI.
“Hay evidencia sustancial de que lo que hizo DeepSeek aquí fue destilar el conocimiento de los modelos de OpenAI”, señaló Sacks.
OpenAI, en un comunicado, afirmó que empresas chinas y de otras regiones “intentan constantemente destilar los modelos de las principales compañías estadounidenses de inteligencia artificial”.
La destilación de conocimiento permite transferir la experiencia de un modelo grande y complejo a uno más pequeño y económico, que puede operar en dispositivos menos potentes.
Expertos como Naomi Haefner, de la Universidad de St. Gallen, señalaron que la destilación podría cuestionar la idea de que DeepSeek desarrolló su producto a muy bajo costo.
Además, funcionarios estadounidenses evalúan las implicaciones de seguridad nacional de la aparición de DeepSeek, según la secretaria de prensa Karoline Leavitt, en consonancia con advertencias previas del presidente Donald Trump.
Recientemente, la Armada estadounidense prohibió a su personal usar DeepSeek por “posibles preocupaciones éticas y de seguridad”.
La aplicación habría sido usada sin claridad sobre el entrenamiento de sus modelos, generando dudas sobre si los bajos costos reportados son reales o el resultado de apropiación indebida de datos de OpenAI.
Crystal van Oosterom, socia de AI Venture en OpenOcean, coincidió en que DeepSeek se basa en investigaciones de instituciones y empresas estadounidenses y europeas, aunque la legalidad de “basarse” en trabajos ajenos en el contexto de inteligencia artificial sigue siendo un tema complejo.
Este conflicto refleja la creciente competencia internacional en el sector de inteligencia artificial, donde empresas como OpenAI buscan proteger sus innovaciones frente a rivales globales mientras gobiernos y reguladores evalúan riesgos éticos, financieros y de seguridad nacional.
