La vivienda sigue siendo el activo más importante para las familias en España, pero los jóvenes enfrentan un desplome preocupante en la propiedad de su hogar principal. Según la última Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España, solo el 31,8% de los jóvenes posee su vivienda, frente a más del 70% del conjunto de hogares.

Esta caída refleja las dificultades crecientes para acceder a la propiedad y la acumulación de riqueza entre las nuevas generaciones. 

A nivel general, casi todas las familias en España poseen algún tipo de activo, ya sea financiero o inmobiliario, y la vivienda representa la mayor parte del patrimonio familiar. La importancia del hogar se mantiene como el núcleo de los activos reales, seguida por otras propiedades y negocios vinculados a actividades por cuenta propia.  

Sin embargo, entre los jóvenes, la falta de acceso a la propiedad evidencia un riesgo de vulnerabilidad futura en términos de riqueza y seguridad económica. 

Entre 2020 y 2022, la propiedad de la vivienda principal en general mostró un leve retroceso. La propiedad aumenta con la renta y la edad, alcanzando su máximo entre los hogares de mayores de 74 años.  

La mediana del valor de la misma principal también crece con los ingresos, siendo mayor en hogares de personas de entre 65 y 74 años. El Banco del país europeo alerta que la caída sostenida de la propiedad entre los jóvenes podría generar desigualdades profundas en el futuro.

España: viviendas y familias

La riqueza neta de las familias españolas creció de manera moderada en los últimos años, pero no todos se beneficiaron de este incremento. Los hogares con menores ingresos, los más jóvenes y aquellos con cabeza de familia trabajador autónomo muestran retrocesos en sus activos.

A pesar de una leve disminución de la concentración de la riqueza en los grupos más ricos, la desigualdad sigue siendo un factor relevante en la distribución de activos en España. 

En cuanto a los activos financieros, estos representan una menor proporción del patrimonio familiar en comparación con otras propiedades. La mayoría de los hogares mantiene ahorros en cuentas bancarias, planes de pensiones y fondos de inversión, mientras que solo una pequeña proporción posee acciones, deuda o criptomonedas. 

La deuda familiar de los españoles se mantiene contenida y, en general, los hogares destinan una proporción moderada de su renta al pago de obligaciones.  

La mayor parte de la deuda está vinculada a la adquisición de la vivienda principal, aunque también existen deudas relacionadas con otras propiedades o créditos personales. Entre los hogares más vulnerables, la carga de deuda representa un desafío adicional para acceder a la propiedad y mantener la estabilidad financiera. 

En resumen, la encuesta del Banco de España muestra que la casa continúa siendo el principal activo de las familias, pero evidencia un acceso cada vez más difícil para los jóvenes.  

A pesar de un crecimiento moderado de la riqueza y de una leve reducción de la desigualdad, los desafíos estructurales persisten, especialmente para los hogares con menos recursos, los trabajadores autónomos y quienes buscan adquirir su primer hogar. El futuro de la vivienda propia en España dependerá en gran medida de políticas que apoyen a los jóvenes y fomenten el acceso a la propiedad.