Un trágico tiroteo sacudió este miércoles a la ciudad montenegrina de Cetinje, en Montenegro, dejando al menos 12 muertos, entre ellos dos niños, y cuatro personas gravemente heridas.

Según informaron las autoridades, el sospechoso, un hombre de 45 años, se suicidó tras verse rodeado por la Policía, poniendo fin a la escalofriante jornada de violencia. 

El ministro del Interior de Montenegro, Danilo Saranovic, indicó que el ataque comenzó después de una pelea en un bar local. El agresor habría matado al dueño del establecimiento y a varios miembros de su familia antes de continuar con la matanza en otros tres lugares de la ciudad.

“El nivel de rabia y brutalidad demuestra que algunas personas pueden ser incluso más peligrosas que los miembros de bandas criminales organizadas”, afirmó Saranovic, mientras se desplegaban tropas especiales para garantizar la seguridad en Cetinje. 

La Policía bloqueó todas las carreteras de acceso a la ciudad para contener al atacante. Lazar Scepanovic, comisario de Policía, explicó que el hombre estuvo en el bar durante todo el día con otros clientes, se retiró, regresó armado y abrió fuego alrededor de las 17:30 horas, matando a cuatro personas en el lugar antes de continuar con los ataques en otras zonas. 

El sospechoso tenía antecedentes judiciales por conducta violenta y tenencia ilegal de armas. Los medios locales destacan que Martinovic, como fue identificado, era conocido por comportamientos erráticos y violentos. 

Un nuevo recuerdo para Montenegro

Este tiroteo representa el segundo incidente mortal en tres años en Cetinje, ciudad histórica de Montenegro, donde en 2022 otro atacante asesinó a 10 personas, incluidos dos niños.

El país, con aproximadamente 620.000 habitantes, es conocido por su cultura armamentística, con un alto número de ciudadanos que poseen armas de fuego. 

El presidente de Montenegro, Jakov Milatovic, expresó en X su conmoción ante la tragedia: “En lugar de la alegría de las fiestas, nos ha invadido la tristeza por la pérdida de vidas inocentes”. .El primer ministro Milojko Spajic visitó a los heridos en el hospital y decretó tres días de luto nacional, mientras las autoridades trabajan para reforzar la seguridad y evitar nuevas tragedias en la región y en Europa.