Argentina se sumó a los 187 países que, en la Asamblea General de la ONU, respaldaron una resolución para poner fin al embargo estadounidense sobre Cuba.

La votación contrastó con los únicos votos en contra de Estados Unidos e Israel, principales aliados del país desde la llegada de Javier Milei al Gobierno, y la abstención de Moldavia.  

La resolución, aunque no vinculante, subraya el impacto “inhumano” de las sanciones sobre la economía cubana y reclama respeto por la soberanía y el derecho a un desarrollo independiente. 

El embargo estadounidense ha limitado severamente el acceso de la isla a alimentos, medicinas y energía, afectando la vida cotidiana de millones de cubanos. Como consecuencia de la postura diplomática adoptada en la ONU, Javier Milei decidió remover a Diana Mondino del Ministerio de Relaciones Exteriores.

La canciller había votado en contra de EE.UU. e Israel durante la sesión, lo que llevó al presidente a designar a Gerardo Werthein, hasta entonces embajador en Washington, como su reemplazo. 

Quiénes tomaron la misma postura

Con 187 votos a favor, 2 en contra y 1 abstención, la resolución reiteró la necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero que EE.UU. mantiene desde hace más de seis décadas. El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, calificó las sanciones como “medidas inhumanas” y “una guerra económica extrema”, denunciando que buscan intimidar a los países que defienden su soberanía. 

Durante la sesión, el representante iraní Amir Saeid Iravani criticó la política estadounidense y señaló que el embargo representa “una amenaza al multilateralismo”, usando sanciones como método para fines nacionales mezquinos.

El apoyo internacional a Cuba fue similar al de 2023, aunque esta vez Ucrania no participó. La ONU respaldó la resolución con un informe que recopila objeciones de más de 180 países y 35 instituciones, entre ellas la OMS, Unicef y el Programa Mundial de Alimentos. 

El embargo tiene su origen en 1959 y fue formalizado en 1962 bajo John F. Kennedy, reforzado con la Ley Helms-Burton en 1996 y 240 medidas adicionales durante la presidencia de Donald Trump.  

La administración Biden ha realizado modificaciones mínimas. El impacto económico actual, según cifras oficiales cubanas, alcanza los 5.056 millones de dólares, afectando severamente la vida de los ciudadanos, el suministro de servicios básicos y la infraestructura del país. 

La votación en la ONU y la decisión de Javier Milei de reestructurar su gabinete evidencian cómo las políticas internacionales pueden influir directamente en la política interna de Argentina, generando debates sobre alianzas, soberanía y compromiso humanitario.