El presidente argentino, Milei, decidió retirar a la misión de Argentina del tercer día de la cumbre mundial del clima de la ONU (COP29) en Bakú, Azerbaiyán, generando sorpresa y “gran conmoción” entre las delegaciones internacionales. 

Al menos tres funcionarios de Cancillería y de la secretaría de Ambiente, Turismo y Deportes, que viajaron expresamente al evento, recibieron instrucciones directas desde Buenos Aires de suspender sus actividades, abandonar la cumbre y regresar al país. Incluso la embajadora argentina en Bakú, Mariángeles Bellusci, que participó en la ceremonia inaugural, recibió la misma orden. 

La delegación oficial no pudo siquiera ingresar al estadio olímpico donde se desarrolla la COP29, ya que esperaban confirmación desde Buenos Aires para avanzar con su agenda. Su objetivo era participar de los debates, escuchar y dialogar con referentes en cambio climático de otros países y especialistas de ONG. Sin embargo, apenas pudieron cumplir con parte de su labor. 

Esta decisión coincidió con la entrega de un premio internacional del Centro Global de Adaptación (GCA) a cuatro iniciativas que combaten fenómenos climáticos extremos.

Entre ellas se destacó el trabajo de la filial latinoamericana del Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo (IIED) en el Barrio 20 de Villa Lugano, Buenos Aires, que utiliza soluciones basadas en la naturaleza para mitigar olas de calor en la comunidad local. 

Milei: una ideología contra el cambio climático

Según fuentes presentes en la cumbre, la orden de Milei sorprendió a los grupos de negociación en los que participa Argentina, incluyendo el bloque sur con Brasil, Uruguay, Ecuador y Paraguay, y el G77 más China.

La medida refleja la postura del mandatario argentino contra las políticas de lucha contra el cambio climático, similar a la posición del presidente reelecto de Estados Unidos, Donald Trump, a quien visitará próximamente en Florida. 

A diferencia de la administración demócrata de Joe Biden, Trump ha amenazado con retirarse nuevamente del Acuerdo de París.  

Sin embargo, expertos aclaran que Argentina no puede salir del tratado de manera inmediata; el país ratificó el acuerdo en 2016 y un retiro formal de la COP29 tomaría un año. La decisión de Milei marca un gesto político que genera tensiones internacionales y cuestiona la participación de Argentina en la diplomacia climática global.