El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, advirtió este viernes que mientras Hamás continúe reteniendo a los rehenes en Gaza, “más territorio será incorporado a Israel”.

La declaración se produce días después de que el Ejército israelí reanudara sus operaciones en la Franja, poniendo fin a la relativa calma tras la tregua iniciada el 19 de enero. 

Katz precisó en un comunicado que el Ejército ha recibido instrucciones para ocupar nuevas áreas en Gaza, mientras se coordinan evacuaciones de civiles y se expanden las zonas de seguridad alrededor del territorio, con el objetivo de proteger tanto a la población israelí como a las fuerzas militares desplegadas.

“Cada día que pasa sin que los rehenes sean liberados, más terreno será anexionado a Israel”, aseguró. 

Hasta ahora, se han ordenado evacuaciones en los barrios orientales de Jan Yunis y en las localidades de Beni Suheila y Beit Lahia.

Además, el Ejército ocupó parcialmente el corredor de Netzarim, estratégico para dividir el norte y el sur de Gaza, y ha indicado a los habitantes del norte trasladarse hacia el sur mediante la carretera de Rashid, que corre paralela a la costa. 

La justificación de los ataques

La reanudación de los ataques se justifica, según el Ejército israelí, por el estancamiento de las negociaciones indirectas sobre los próximos pasos de la tregua, cuya primera fase concluyó a principios de marzo.

La agencia de Defensa Civil de Gaza, gobernada por Hamás, reporta que desde la reanudación de los bombardeos el martes pasado han muerto al menos 504 personas, incluyendo 190 menores. 

La ofensiva israelí, coordinada con la administración del presidente estadounidense Donald Trump, ha generado preocupación internacional. Incluso el presidente israelí, Isaac Herzog, calificó de “impensable” reiniciar los combates mientras se buscan soluciones para el regreso seguro de los rehenes. 

La situación en Israel – Palestina permanece tensa, y la escalada de violencia en Gaza aumenta la presión sobre los mediadores internacionales para lograr un acuerdo que combine la liberación de los cautivos y la protección de los civiles en medio del conflicto.