Un grupo de expertos de la ONU instó este jueves a establecer regulaciones internacionales para la inteligencia artificial (IA), subrayando que su desarrollo y uso no pueden depender únicamente de intereses privados o comerciales.

El informe, encargado por el Secretario General de la ONU, enfatiza que la naturaleza transfronteriza de la IA requiere un enfoque global y coordinado. 

La tecnología de inteligencia artificial está transformando diversos sectores: desde la investigación científica y la eficiencia energética hasta la salud pública, la agricultura y la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.  

Sin embargo, los expertos advierten que, sin regulación, los beneficios podrían concentrarse en un reducido grupo de países y empresas, aumentando las desigualdades globales. 

El informe destaca riesgos significativos, incluyendo el potencial de violaciones a los derechos humanos, la militarización de sistemas autónomos capaces de tomar decisiones sin supervisión humana, y la creación de desinformación que afecta a la población civil. Además, la competencia por los minerales críticos necesarios para la IA podría intensificar tensiones geopolíticas y económicas. 

¿Qué aspectos hay para los gobernadores?

Otro aspecto clave señalado es la falta de inclusión en la gobernanza internacional de la IA. Actualmente, solo siete países participan activamente en iniciativas destacadas fuera de la ONU, mientras que 118 naciones, principalmente del Sur Global, permanecen excluidas.  

“La equidad exige que más voces contribuyan a las decisiones sobre cómo se regula la inteligencia artificial que impacta sus vidas”, indica el informe. 

Para abordar estos desafíos, el grupo de expertos propone varias medidas concretas: crear un panel científico internacional independiente sobre IA, establecer un diálogo intergubernamental y multilateral sobre gobernanza, y organizar reuniones semestrales para compartir mejores prácticas.  

También sugieren la creación de un fondo global para reducir la brecha digital y garantizar que los despliegues militares de inteligencia artificial cumplan con el derecho internacional humanitario y los estándares de derechos humanos. 

En conjunto, las recomendaciones buscan que los Estados miembros de la ONU construyan la primera arquitectura global inclusiva para la gobernanza de la IA, basada en cooperación internacional, transparencia y participación equitativa.  

El informe resalta que solo mediante un enfoque global se podrán maximizar los beneficios de la inteligencia artificial y minimizar sus riesgos, protegiendo la seguridad y los derechos humanos de todas las personas.