El activista egipcio recuperó la libertad después de seis años en prisión. Su indulto abre un nuevo capítulo en la agenda de Derechos Humanos del país.
El activista egipcio Alaa Abd el-Fattah, uno de los presos políticos más emblemáticos de Egipto, fue liberado este lunes por la noche tras recibir un perdón presidencial.
Abd el-Fattah, de 43 años, llevaba seis años encarcelado y su salida se produce después de que el Consejo Nacional de los Derechos Humanos solicitara su excarcelación.
El propio presidente Abdul Fattah al Sisi concedió el indulto, un gesto que genera expectativas sobre la situación de miles de detenidos por motivos políticos en el país.
Tras su liberación, el activista difundió un video en el que se lo ve celebrando en su hogar junto a su hermana Sanaa Seif y su madre, Laila Soueif, quien durante el encarcelamiento de su hijo realizó una extensa huelga de hambre. “Aunque estamos felices, la verdadera alegría llegará cuando no haya presos políticos en Egipto”, afirmó Soueif.
La ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Yvette Cooper, celebró la noticia: “Agradecemos al presidente Al Sisi esta decisión y esperamos que Alaa pueda reunirse con su familia en Reino Unido”.
I strongly welcome the news that Alaa Abd El-Fattah has received a Presidential pardon.
— Yvette Cooper (@YvetteCooperMP) September 22, 2025
I'm grateful to President Sisi for this decision.
We look forward to Alaa being able to return to the UK, to be reunited with his family.
El activista, que ha llevado adelante varias huelgas de hambre durante sus años en prisión, se convirtió en un símbolo de la represión contra los movimientos prodemocráticos en Egipto tras la Primavera Árabe.
La historia judicial de Abd el-Fattah ha estado marcada por múltiples condenas y periodos de detención. En 2014 fue condenado a 15 años de prisión por participar en una protesta sin permiso, condena reducida más tarde a cinco años.
En 2019 recuperó la libertad, aunque bajo estrictas condiciones. Sin embargo, fue nuevamente arrestado y sentenciado a otros cinco años por supuestamente difundir “noticias falsas” tras denunciar la muerte por tortura de otro detenido.
La familia denunció que su liberación debió haberse producido en septiembre de 2024, pero las autoridades no contaron los dos años que pasó en prisión preventiva, lo que extendió de manera irregular su encarcelamiento.
Fue precisamente por esta prórroga que su madre inició una huelga de hambre en protesta, lo que atrajo la atención internacional sobre el caso.
Abd el-Fattah, que en 2021 obtuvo la ciudadanía británica a través de su madre, pertenece a una reconocida familia de activistas e intelectuales. Su caso había movilizado a organizaciones internacionales y a líderes políticos.
Su liberación representa un triunfo parcial para la sociedad civil y plantea interrogantes sobre si el gobierno egipcio está dispuesto a abrir una nueva etapa en materia de Derechos Humanos, o si se trata únicamente de una medida aislada en un contexto de presión internacional.
