Un equipo de científicos liderado por el Dr. Martín Bellino, del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (INN, CONICET-CNEA), ha descubierto un comportamiento inédito del agua al interactuar con superficies nanoporosas, abriendo nuevas oportunidades en la nanotecnología y sectores industriales de Argentina.

Este hallazgo, publicado en la revista “Nano Letters”, muestra cómo las gotas de agua se deforman y generan compartimentos autosostenibles sin necesidad de químicos externos, un fenómeno que podría revolucionar procesos en biotecnología, ingeniería química y manejo térmico. 

En muchos procesos industriales, la manipulación del agua es clave. Tradicionalmente, para separar fases acuosas o mantener reactivos aislados, se emplean compuestos químicos específicos.

Sin embargo, este descubrimiento permite lograr compartimentalización de manera espontánea gracias a la interacción física entre el agua y superficies nanoestructuradas, aumentando la eficiencia y sostenibilidad de los procesos. 

Según Bellino, “esta fenomenología inédita rompe con las limitaciones tradicionales para lograr la compartimentalización del agua.

Logramos que el fenómeno ocurra a partir de eventos físicos inducidos por nanomateriales, sin químicos adicionales, lo que abre nuevas posibilidades en biotecnología y aplicaciones industriales como manejo térmico e ingeniería de procesos químicos”. 

El Dr. Galo Soler-Illia, director del Instituto de Nanosistemas de la UNSAM, agregó que este comportamiento podría usarse para controlar reacciones químicas y transferencias de fase.

Señaló: “Podemos imaginar dos reservorios de agua con diferentes composiciones en contacto sin fusionarse, permitiendo intercambiar sustancias de manera controlada. Esto sería útil en industrias donde se requieren reactivos separados que interactúan solo en momentos específicos”. 

¿Cómo influye esto?

Las aplicaciones de este hallazgo son amplias: 

• Biotecnología y medicina: La capacidad de crear circuitos de gotas interconectadas facilita el diseño de dispositivos de diagnóstico rápido y portátil. En laboratorios clínicos, se podrían crear compartimentos acuosos independientes con diferentes reactivos, evitando mezclas hasta activar la reacción, aumentando la precisión y reduciendo riesgos de contaminación cruzada. 

• Fluídica y manejo térmico: Dividir y controlar gotas de agua a escala nanométrica permite gestionar el calor de manera más eficiente en componentes electrónicos o sistemas de enfriamiento, optimizando el rendimiento de equipos industriales y centros de datos. 

• Procesos químicos y fabricación: La separación controlada de fases acuosas permite reacciones específicas sin necesidad de agentes químicos adicionales, reduciendo costos y complejidad en la producción industrial. 

Este descubrimiento representa un avance significativo en la nanotecnología, mostrando cómo la manipulación del agua a nivel nanométrico puede cambiar paradigmas en investigación y producción industrial.

Los expertos destacan su potencial para impulsar innovaciones en Argentina y globalmente, transformando la manera en que se controlan y utilizan líquidos en múltiples disciplinas científicas y tecnológicas. 

El hallazgo no solo amplía el conocimiento fundamental sobre la conducta del agua, sino que también promete aplicaciones concretas en biotecnología, ingeniería química, manejo térmico y otros campos, ofreciendo herramientas más sostenibles y eficientes para la industria del futuro.