En el Pacífico, Estados Unidos destruyó una nave con drogas; dos presuntos narco-terroristas fueron abatidos en un operativo autorizado por Pete Hegseth.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció este miércoles la destrucción de una embarcación vinculada a actividades de narcotráfico y catalogada como operada por una organización terrorista en el Pacífico Oriental.
La acción letal, autorizada por el presidente Donald Trump, se realizó en aguas internacionales y constituye la primera intervención de este tipo en el Pacífico, tras siete operaciones previas en el mar Caribe.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó a través de sus redes sociales que la misión se ejecutó tras recibir información de inteligencia que identificó la nave como parte de una ruta habitual de contrabando de drogas.
“Ambos terroristas fueron eliminados y ninguna fuerza estadounidense resultó herida en esta acción”, afirmó Hegseth, subrayando que la operación responde a la política de Estados Unidos de no ofrecer refugio a quienes intenten trasladar drogas al país.
Según el funcionario, la embarcación transportaba una carga de narcóticos y navegaba por un corredor reconocido por las agencias estadounidenses como una ruta frecuente para el tráfico ilícito.
El titular del Pentágono advirtió que los cárteles que combinan actividades de tráfico de drogas con terrorismo están librando “una guerra contra nuestra frontera y nuestra gente”, y reiteró que la política de Washington busca una respuesta directa y contundente contra estas organizaciones. “No habrá refugio ni perdón, solo justicia”, sentenció Hegseth.
La Casa Blanca explicó que estas acciones se enmarcan dentro del “conflicto armado” contra los cárteles de la droga, amparándose en la misma base legal que permitió la ofensiva antiterrorista posterior a los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Este operativo se suma a los esfuerzos de vigilancia reforzada sobre rutas estratégicas del Pacífico y el Caribe, en línea con la estrategia estadounidense para debilitar organizaciones criminales transnacionales y reforzar la seguridad nacional.
En este marco, dos tripulantes que sobrevivieron a una operación anterior fueron repatriados a Ecuador y Colombia. Autoridades ecuatorianas indicaron que uno de ellos, Andrés Fernando Tufiño, fue liberado por falta de pruebas de delito alguno en su país.
Al arribar, Tufiño fue sometido a evaluaciones médicas que no detectaron afectaciones graves tras el incidente.
Este tipo de operaciones busca neutralizar embarcaciones vinculadas a redes de narcotráfico y terrorismo antes de que ingresen a aguas cercanas a Estados Unidos, asegurando que la nación actúe de manera preventiva frente a amenazas transnacionales.
Hegseth destacó que la inteligencia estadounidense había identificado previamente la relación de la nave con actividades ilícitas y con organizaciones catalogadas como terroristas.
Además, sirve como advertencia a las redes criminales que operan en rutas internacionales, evidenciando la capacidad de Estados Unidos para intervenir con precisión en aguas internacionales sin poner en riesgo a su personal.
Pete Hegseth concluyó que esta política continuará, combinando acciones militares con vigilancia y coordinación internacional, con el objetivo de proteger la seguridad nacional y debilitar de manera sostenida a los cárteles que operan en el Pacífico y otras regiones estratégicas.
