El activista conservador Charlie Kirk, aliado cercano de Donald Trump, murió tras un disparo en un evento en Utah. Líderes de todo el mundo condenaron el ataque.
El asesinato de Charlie Kirk, de 31 años, activista conservador y cofundador de Turning Point USA, sacudió a Estados Unidos y generó reacciones de condena a nivel político e internacional.
Kirk, figura clave en la movilización de jóvenes votantes a favor de Donald Trump, recibió un disparo en el cuello mientras se dirigía a estudiantes en la Universidad del Valle de Utah. Murió minutos después en un hospital local.
El propio Trump confirmó la noticia a través de Truth Social, donde expresó: “Nadie entendió ni tuvo el corazón de la juventud en Estados Unidos como Charlie”. El mandatario había pedido oraciones por su recuperación antes de anunciar su fallecimiento.
Imágenes que circularon en redes sociales muestran a Kirk pronunciando un discurso cuando, de repente, se escucha un estallido. Segundos después, se le ve llevarse la mano al cuello, sangrando profusamente, antes de desplomarse.
El director del FBI, Kash Patel, habló de un detenido, aunque la policía local indicó que el autor seguía prófugo. El gobernador de Colorado, Spencer Cox, aseguró en cambio que una “persona de interés” estaba bajo custodia.
La violencia generó una inmediata condena transversal. El expresidente Barack Obama calificó el atentado como “despreciable” y recordó que no tiene cabida en una democracia. Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, lo definió como “reprobable”, recordando que ella misma vivió un ataque cuando su esposo fue herido con un martillo en su propio hogar.
Desde el oficialismo republicano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, resaltó que Kirk defendía el debate como herramienta frente a la violencia. Otros líderes, como el exgobernador demócrata Roy Cooper o el candidato Zohran Mamdani, se sumaron a las muestras de rechazo.
A nivel internacional, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su pesar por la muerte de Kirk, a quien describió como “un amigo valiente de Israel y defensor de los valores judeocristianos”. Según Netanyahu, había hablado con él recientemente e incluso lo había invitado a visitar Israel.
El presidente Trump decretó que las banderas ondeen a media asta en todo el país hasta el 14 de septiembre, en honor a Kirk, a quien llamó “gran patriota estadounidense”.
Conocido por su estilo confrontativo y por invitar al debate abierto en sus eventos “Prove me wrong” (“Demuéstrame que me equivoco”), Kirk se convirtió en un referente juvenil conservador en campus universitarios. Sus videos, en los que respondía con dureza a críticos ideológicos, alcanzaban millones de reproducciones en redes sociales.
Casado con la ex reina de belleza y también activista Erika Frantzve, padre de dos hijos, Kirk había fundado Turning Point USA a los 18 años. Su carrera lo llevó a convertirse en una de las voces más influyentes de la derecha estadounidense, especialmente entre jóvenes.
El asesinato de Charlie Kirk no solo deja un vacío dentro del movimiento conservador, sino que también reabre el debate sobre la violencia política en Estados Unidos, en un clima ya marcado por la polarización y el temor a nuevos ataques.
