December 1, 2025
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Perú Política Nacional

Crisis total en Perú: el Congreso destituye a Dina Boluarte y abre otra etapa de incertidumbre política 

  • octubre 10, 2025
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El Congreso de Perú destituyó de forma sorpresiva a Dina Boluarte por “incapacidad moral”. José Jerí asume interinamente en medio de escándalos y caos político. 

Crisis total en Perú: el Congreso destituye a Dina Boluarte y abre otra etapa de incertidumbre política 

El Congreso de Perú destituyó de manera exprés a la presidenta, Dina Boluarte, sin que nadie lo sospechara al comenzar el día. El jefe del Legislativo, el derechista José Jerí, asumió de forma interina la jefatura del Estado, convirtiéndose en el séptimo presidente del país en apenas nueve años.

Con este abrupto final, Perú escribe un nuevo capítulo de su larga convulsión política, marcada por la inestabilidad y la sucesión vertiginosa de mandatarios desde 2016. 

A solo seis meses de las elecciones previstas para abril de 2026, ningún partido había manifestado intención de sacar a Boluarte del poder.

Sin embargo, en cuestión de horas se presentaron cuatro mociones de vacancia por “incapacidad moral permanente”, que prosperaron con 122 votos de los partidos conservadores que hasta el jueves la respaldaban.

En ellas, se argumentó que la presidenta no estaba capacitada moralmente para enfrentar la creciente inseguridad y el auge del crimen organizado. 

Boluarte: la peor imágen por dos años y corrupción en Perú

Boluarte asumió la Presidencia en diciembre de 2022, tras el fallido intento de autogolpe de Pedro Castillo, quien buscó disolver el Congreso antes de ser detenido. La entonces vicepresidenta heredó un país polarizado y se convirtió en la primera mujer en liderar el Ejecutivo.

Aunque había llegado bajo el paraguas de un proyecto de izquierda, rápidamente se alió con las fuerzas de derecha que dominaban el Parlamento.

Su estrategia fue resistir y completar el mandato hasta julio de 2026, en lugar de convocar elecciones anticipadas como pedían las protestas masivas que dejaron más de 50 muertos. 

Durante casi tres años, Boluarte logró sobrevivir a seis intentos previos de destitución gracias al apoyo de esos mismos bloques conservadores.

Pero a medida que se acercaban las elecciones, su impopularidad se volvió insostenible. Con apenas un 3 % de aprobación, se transformó en un lastre político para sus antiguos aliados. La represión de las protestas, los casos de corrupción y la falta de gestión frente a la inseguridad alimentaron un creciente descontento social. 

A ello se suman las once investigaciones abiertas por la Fiscalía por presuntos delitos de corrupción y violaciones a los derechos humanos. Entre ellas, destacan el llamado “Rolexgate” —por la supuesta recepción de relojes y regalos de lujo—, la investigación por haber ocultado cirugías estéticas y falsificado su firma durante su convalecencia, y la acusación de haber favorecido la fuga de Vladimir Cerrón, líder de Perú Libre.

Pese a estos escándalos, el Congreso la había protegido reiteradamente, incluso limitando las competencias del Ministerio Público para investigarla mediante fallos del Tribunal Constitucional. 

En las últimas semanas, un ataque armado a un grupo de cumbia en Lima que dejó cuatro heridos, y un paro masivo del transporte urbano por la ola de extorsiones y asesinatos de choferes, encendieron la indignación popular.

Las nuevas protestas, encabezadas por jóvenes de la llamada Generación Z, pusieron a prueba la paciencia de una ciudadanía hastiada de la inacción del Ejecutivo. 

José Jerí, nuevo presidente peruano

El nuevo presidente interino, José Jerí, de 38 años, es abogado y congresista. Hasta el jueves presidía el Legislativo, desde donde ahora asume el máximo cargo del país.

Su trayectoria política ha sido discreta, aunque no exenta de polémicas: a inicios del año fue denunciado por abuso sexual, un caso que fue archivado hace dos meses. 

Jerí tendrá la tarea de conducir el país hasta las próximas elecciones. Su llegada no disipa la crisis, sino que abre un escenario incierto. Deberá enfrentar una sociedad profundamente dividida, con altos niveles de criminalidad, pobreza y desconfianza institucional.

Los peruanos ven tanto al Ejecutivo como al Congreso como una clase política alejada de la realidad, percibida como corrupta y centrada en sus propios intereses. 

La ya expresidenta se negó a asistir al hemiciclo y permaneció en el Palacio de Gobierno durante toda la jornada hasta que se consumó su destitución.

Posteriormente, apareció en un mensaje a la nación en el que aceptó su salida, pero la transmisión fue interrumpida por todos los canales, incluido el estatal TV Perú. En las imágenes, Boluarte ya no lucía la banda presidencial. 

Poco después, abandonó el Palacio en su vehículo oficial con rumbo desconocido. Desde entonces, no ha sido vista en público ni se ha confirmado su destino. Se rumorea que podría haber evaluado pedir asilo en Argentina, Brasil o Ecuador, aunque su abogado negó esa posibilidad y aseguró que permanecerá en el país. 

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