La Policía Nacional del Perú dispersó con gases lacrimógenos y balas de goma una masiva protesta realizada este sábado en el centro de Lima, conocida como la “Marcha de la Generación Z”.
A la movilización juvenil se sumaron transportistas que exigían al Gobierno medidas urgentes contra la ola de extorsiones que afecta al sector.
Cientos de manifestantes, en su mayoría menores de 30 años, marcharon hacia el Congreso, que se encontraba vallado y fuertemente custodiado.
Aunque el detonante inicial fue la frustración por una controvertida reforma previsional —ya revertida por el Ejecutivo—, la protesta canalizó un descontento más profundo hacia la presidenta Dina Boluarte, cuya popularidad se encuentra por debajo del 10 %.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) reportó al menos 18 heridos, entre ellos un periodista y un brigadista. La Policía informó, por su parte, que un agente antidisturbios sufrió quemaduras de primer grado tras ser alcanzado por una bomba molotov.
Transportistas urbanos, que convocaron un paro de 48 horas, bloquearon avenidas del norte de la capital con pancartas que decían: “Déjennos trabajar sin miedo” y “No al cobro de cupos”.
El paro fue parcialmente acatado, pero su impacto se hizo sentir en los accesos hacia el centro histórico de la ciudad, donde se concentraron los enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas del orden.
La tensión aumentó cuando se difundió un video en redes sociales que muestra a un anciano golpeado brutalmente por un agente policial. La Inspectoría de la PNP anunció la apertura de una investigación por “presunto uso arbitrario de la fuerza” y aseguró que toda la información será remitida al Ministerio Público.
La CNDDHH condenó el hecho y advirtió sobre el “uso indiscriminado de bombas lacrimógenas” durante la represión. “Este accionar atenta contra la protesta pacífica y vulnera el derecho a la manifestación reconocido en la Constitución y los tratados internacionales”, declaró la organización.
Los medios en contra del gobierno de Perú
En paralelo, la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú manifestó su preocupación por los ataques sufridos por reporteros. Según la agencia EFE, varios periodistas fueron golpeados con varas policiales y posteriormente impedidos de circular sobre un puente en el río Rímac.
El vicepresidente de la Alianza Nacional de Transportistas (Anitra), Julio Campos, declaró que al menos siete personas fueron detenidas, aunque la cifra no fue confirmada oficialmente. Mientras tanto, las protestas continúan y se espera una nueva jornada de movilización este domingo.
Entre las consignas más repetidas se escuchaban reclamos contra la corrupción, la inseguridad y el crimen organizado, problemas que vienen generando protestas en Perú desde hace meses.
Las marchas protagonizadas por la Generación Z reflejan un descontento social cada vez más amplio con la clase política peruana. Jóvenes que crecieron en un país marcado por crisis recurrentes, desigualdad y corrupción, ahora se convierten en actores clave en las calles de Lima.
La falta de confianza en las instituciones y el deterioro de la seguridad pública alimentan un movimiento que no parece detenerse en el corto plazo.