El presidente Donald Trump envió la Guardia Nacional y una nueva fuerza especial a Memphis para enfrentar la violencia callejera en Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes un memorando que ordena el despliegue de la Guardia Nacional en Memphis, junto con la creación de una “Fuerza Especial de Seguridad” destinada a combatir la delincuencia callejera y violenta en la ciudad.
Según el documento difundido por la Casa Blanca, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, solicitará al gobernador de Tennessee, Bill Lee, que ponga a disposición unidades de la Guardia Nacional local para apoyar operaciones de seguridad pública y aplicación de la ley.
El despliegue será “en la cantidad y por el tiempo que el gobernador considere necesario”, aunque el texto subraya que tanto la fiscal general Pam Bondi como la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem podrán requerir refuerzos adicionales.
El plan también contempla la creación de la “Fuerza Especial de Seguridad de Memphis”, cuyo objetivo principal será erradicar la delincuencia mediante tácticas como la saturación de barrios conflictivos con personal policial, investigaciones complejas y un procesamiento judicial más agresivo.
Entre sus funciones, la nueva fuerza estará facultada para hacer cumplir la ley federal de inmigración y coordinar acciones en torno a la seguridad pública, incluyendo disturbios o manifestaciones no autorizadas.
El memorando indica que este grupo estará compuesto por representantes de múltiples agencias federales, como el Departamento del Tesoro, Defensa, Justicia, Seguridad Nacional, el FBI y la DEA. También podrá requerir cooperación de las autoridades estatales y locales en Tennessee, Arkansas y Misisipi, lo que amplía su alcance operativo.
En la firma del documento en el Despacho Oval, Trump aseguró que el despliegue “será una réplica de nuestros extraordinariamente exitosos esfuerzos en Washington”, y adelantó que Chicago sería la próxima ciudad en recibir una operación de características similares.
Este movimiento llega después de experiencias anteriores en Los Ángeles y en la capital del país, Washington D.C., donde un juez federal declaró ilegal la intervención de la Guardia Nacional al considerar que violaba la ley Posse Comitatus, que restringe el uso de fuerzas militares para asuntos de seguridad interna.
Trump ya había advertido a principios de septiembre que ciudades como Baltimore y Nueva Orleans podrían ser las siguientes en recibir un despliegue de estas características. Con esta medida, la Casa Blanca refuerza su estrategia de seguridad interna, aunque especialistas advierten sobre el riesgo de tensiones políticas y legales en torno al papel del ejército en la vida civil estadounidense.
