Keclon: cómo una empresa argentina lidera la biotecnología mundial
- noviembre 26, 2024
- 0
El éxito de Keclon demuestra cómo la Argentina aplica la biotecnología para resolver problemas industriales y competir en mercados globales.
El éxito de Keclon demuestra cómo la Argentina aplica la biotecnología para resolver problemas industriales y competir en mercados globales.
En un pequeño laboratorio del Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos (IPROBYQ) en Rosario, un grupo de científicos del CONICET decidió enfrentar un desafío que transformaría la relación entre la ciencia y la industria en Argentina.
Era 2012, y el país lideraba la exportación mundial de biodiesel, pero los productores enfrentaban un problema crítico: los sedimentos en el combustible.
Guiados por la visión de Hugo Menzella, bioquímico con experiencia internacional en biología sintética, los investigadores apostaron por una solución innovadora: utilizar enzimas para purificar el biodiesel. Así nació una Empresa de Base Tecnológica (EBT) que en menos de dos años resolvió el problema y sentó las bases de una revolución en la biotecnología aplicada.
Las enzimas son moléculas microscópicas que catalizan reacciones químicas en todos los seres vivos y tienen el potencial de optimizar procesos industriales, reduciendo costos y residuos. Keclon desarrolló una enzima sintética capaz de eliminar los sedimentos del biodiesel argentino, posicionando al país en la vanguardia tecnológica.
Sin embargo, cambios legislativos frenaron la producción nacional de biodiesel, y Keclon debió redirigir sus esfuerzos. Fue entonces cuando Molinos Agro, uno de los principales procesadores de soja del mundo, presentó un nuevo desafío: reducir los costos de refinación del aceite crudo.
“Cuando procesamos semillas, el aceite crudo contiene impurezas que deben eliminarse. Este proceso genera residuos y reduce la productividad”, explica Menzella.
Con las enzimas de Keclon, la productividad aumentó hasta un 2,5%, equivalente a 250.000 toneladas adicionales de aceite de soja por año. Este avance incrementó los ingresos del país en cientos de millones de dólares y redujo el impacto ambiental del proceso.
Keclon no solo conquistó el mercado nacional, sino que comenzó a exportar enzimas a Europa, Brasil y, próximamente, Estados Unidos. En 2021, inauguró una planta automatizada en San Lorenzo, Santa Fe, capaz de producir toneladas de enzimas utilizadas en industrias alimenticia, cosmética, biomédica y de biocombustibles.

Francisco Colombatti, líder de Innovación y Desarrollo de Molinos Agro, destaca: “Keclon ofrece soluciones de calidad comparable a empresas europeas o japonesas, pero a costos mucho más competitivos. Es un orgullo que una empresa argentina compita al más alto nivel”.
Hoy, Keclon emplea a ochenta personas, muchas formadas en el CONICET, y demuestra que la transferencia tecnológica puede ser el puente entre la investigación académica y las demandas del sector productivo.
La historia de Keclon enseña que la resiliencia y la adaptabilidad son clave: los fracasos son escalones hacia el éxito y permiten que la biotecnología argentina transforme problemas industriales en oportunidades económicas y ambientales.